Terminó la COP 10 con un difícil
acuerdo
Recién
el sábado por la mañana pudo cerrarse la última
sesión plenaria de la Conferencia de Partes en La Rural.
Finalmente hubo acuerdo sobre la realización de un seminario
para mayo.
Tras una interminable sesión de 24 horas y
con diferencias que pusieron en peligro alcanzar cualquier decisión
común, ayer terminó la X Conferencia de Partes de
la Convención de Cambio Climático (COP 10), con
el acuerdo sobre la realización de un seminario –a
propuesta de la Argentina- en Bonn en mayo de 2005. El punto en
discusión era la negativa de Estados Unidos a comenzar
en esta reunión discusiones sobre el futuro, sobre todo
en relación al período que se abre después
de 2012, cuando concluye la primera parte del Protocolo de Kyoto,
que ese país no suscribió.
Después de intensas reuniones se acordó
que el seminario “promoverá un intercambio informal”
sobre políticas ambientales “sin prejuicios respecto
a cualquier futura negociación, compromiso, proceso, marco
o mandato bajo la Convención y el Protocolo de Kyoto”.
El acuerdo, denominado Programa de Acción para la Adaptación
al Cambio Climático, fue uno de los pocos avances logrados
durante el encuentro mundial sobre clima, que estuvo dominado
por la tensión entre las posiciones de Estados Unidos,
la Unión Europea y los países en vías de
desarrollo.
El plan de acción hace hincapié en
el relevamiento de información tendiente a establecer cuáles
son los daños reales que el cambio climático provoca
globalmente, pero en especial en los países menos favorecidos.
Al respecto, el documento aprobado en la COP-10 propicia la transferencia
de recursos tecnológicos desde el denominado "primer"
mundo hacia las naciones más pobres para estudiar allí
las causas de los desastres climáticos. En el programa
se señala que los países desarrollados deben transferir
"fondos" y poner en práctica "acciones concretas"
para que las regiones más pobres del mundo puedan superar
las consecuencias del cambio climático hasta tanto surtan
efecto las medidas tomadas para mitigarlo.
Un comunicado de la Unión Europea, principal impulsora
de nuevas medidas para poner freno al cambio climático,
subrayaba, poco después del cierre de la COP 10, que el
acuerdo significa encarar discusiones “sobre políticas
de cambio climático más allá de 2012”.
“Luchamos duramente para llegar a este acuerdo”, dijo
el ministro de Medio Ambiente de Holanda, Pieter van Geel, a cargo
de la representación de la UE en la COP 10. “No es
tanto como esperábamos, pero es un paso adelante”.
La Unión Europea deseaba que la conferencia acordara celebrar
una serie de reuniones para convenir nuevas restricciones a la
emisión de gases que provocan el efecto de invernadero.
Pero dicha propuesta fue bloqueada por los Estados Unidos.
El borrador final del acuerdo se consiguió
durante la madrugada del sábado, pero estuvo a punto de
ser bloqueado por un grupo de países, liderados por India,
que quería que las reuniones comprometidas para mayo incluyeran
una garantía por escrito de que no llevarían a una
imposición de restricciones de emisión para los
países en desarrollo.
Por su parte, la ministra española de Medio
Ambiente, Cristina Narbona, tildó de “modesto”
el resultado alcanzado en la Cumbre del Clima, si bien consideró
que constituye “un paso en la dirección correcta”
que constata que la “dinámica de reducción
de emisiones” de gases de efecto invernadero es ya “irreversible”.
El compromiso de fijar una agenda para discutir el problema a
largo plazo parece indicar que también los Estados Unidos
han hecho concesiones.
Grupos defensores del medio ambiente dijeron sentirse
decepcionados con la X Conferencia de Partes. La organización
Greenpeace International describió los resultados de la
conferencia como “desalentadores”. Por su parte, el
Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF) afirmó que EE.UU.
ha utilizado todos los mecanismos posibles para impedir el progreso.