“Tenemos
que empezar a pensar seriamente sobre cuáles van a ser
los compromisos del Protocolo de Kioto del 2012 en adelante”
Entrevista a Juan Carlos Villalonga, director de
campañas de Greenpeace Argentina
Respecto
del comienzo de Cumbre Mundial sobre Cambio Climático,
Greenpeace instaló en el Obelisco de la Ciudad de Buenos
Aires, un giganteco “arca de Noe”. Cuál es
su opinión acerca de la respuesta a la convocatoria?
La respuesta ha sido
enorme porque realmente convocar gente en el Obelisco a las 8
de la mañana de un día lunes generaba muchísimas
dudas y la gente vino masivamente. Y lo que elegimos
fue un símbolo que de alguna manera fuera elocuente en
cuanto al nivel de desastre que nos estamos enfrentando con el
cambio climático sino se actúa con rapidez. El “Arca
de Noé” es un símbolo que, con algunas variantes,
está presente en todas las tradiciones y en las historias
de casi todos los pueblos existe algún tipo de relato que
hable de algún arca salvadora frente a un diluvio o algún
relato parecido. No es un símbolo solamente cristiano sino
que existe en muchísimas otras regiones donde se profesan
otras religiones y vimos que era fuerte en ese sentido, ya que
el tema es mostrar que el cambio climático pone a millones
de personas en riesgo y la mayor parte de ella en países
como el nuestro, en países en desarrollo.
¿Cuánto
tiempo van a estar en el lugar?
Vamos a estar lunes y
martes y la idea es que el arca sirva para que el público
en general sepa de la COP10 y sepa qué es el cambio climático.
Hay una exposición de fotos con impactos del cambio climático
en la Argentina y a nivel mundial. Realizaremos otras actividades
que van a estar más concentradas en la COP10 y en los alrededores.
Estamos poniendo una pequeña oficina que es una pequeña
réplica de una arquita -siguiendo con el símbolo-
que va a estar frente a la Cop 10 que nos va a servir para actividades
anexas que no podamos desarrollar aquí adentro por falta
espacio.
¿Luego
de la Cop ¿qué van a hacer con esta gigantesca estructura?
El material se vuelve
a utilizar. En realidad la gente que nos ayudo, es gente que se
especializa en hacer este tipo de estructuras. Procuramos que
se realice todo con los materiales más nobles posibles.
La verdad que ha sido un trabajo fantástico y estamos muy
contentos pero lo que es fundamental es que la gente perciba que
algo está pasando con el clima, que hay una reunión
importante en Buenos Aires y que los riesgos del clima ya están
con nosotros. Todos estamos en riesgo y no es en el futuro ni
en las próximas generaciones, somos nosotros en las próximas
décadas.
¿Cuál
es la posición concreta de Greenpeace con respecto de la
firma del Protocolo de Kioto en Rusia? ¿Qué va a
pasar con Estados Unidos? ¿Cuál es la perspectiva
que ustedes ven?
Esta es una reunión
que cambió radicalmente su perspectiva, el humor, después
de la ratificación de Rusia. Nosotros venimos trabajando
desde hace siete años para que el protocolo entre en vigencia
a pesar de que le reconocemos muchísimos defectos, muchísimas
falencias, sabemos que es un paso mínimo aunque no suficiente,
pero creemos que está en la dirección correcta,
por eso lo hemos apoyado siempre.
Cuando Rusia ratifica no cambia formalmente la reunión
pero cambia el clima, la expectativa. Hoy ya sabemos que el Protocolo
va estar en vigencia en febrero del año que viene, ahora
vamos a ver con qué se viene Estados Unidos porque todo
fue tan rápido que ni siquiera podemos tener una percepción
sólida. Estados Unidos viene con muchísima
gente, no sabemos si va a venir a bombardear esto, no sabemos
si va venir a ser precedente o quizás se abre una puerta
de esperanza. Lo cierto es que el Protocolo de Kioto necesita
a Estados Unidos adentro, de eso no hay ninguna duda, acá
lo importante es que se ganó una batalla. Estados Unidos
decía no al Protocolo y la comunidad internacional dijo
sí al Protocolo y esto es una batalla que se está
dando en múltiples áreas a nivel mundial. Estados
Unidos está abandonando el multilateralismo, no quiere
que ningún otro país discuta cuestiones que se reflejan
en su economía doméstica y esa es la batalla que
se estuvo dando y por suerte la comunidad internacional apostó
por el acuerdo. Esa es una primer batalla importante, y la segunda
y la más importante políticamente es que tenemos
que empezar a pensar seriamente en el segundo período de
compromiso, que significa cuáles van a ser los compromisos
del Protocolo de Kioto del 2012 en adelante para los países
industrializados y para un nuevo grupo de países que tendrán
que participar como China, India, y acá en la región
México, Brasil, Argentina, Venezuela, que son países
que tienen que comenzar a hacer algún tipo de deberes,
sino no llegamos a los límites de reducción que
tenemos que llegar, por lo menos al 50% respecto al ´90.
Para que a mediados de este siglo el clima cambie, pero cambie
a niveles tolerables, que estimamos no sea mayor 2º C.
¿Qué
perspectivas ve para la Argentina si se implementan algunos de
los modelos compensatorios, como los bonos de carbono, mecanismos
de tecnologías limpias, etc.?
Siempre lo hemos visto
como algo positivo para la Argentina, días atrás
la cooperativa de Comodoro Rivadavia por el tema eólico
recibió la visita de japoneses interesados en los proyectos
eólicos en la zona. Lamentablemente todavía el Mecanismo
de Desarrollo Limpio (MDL) está alentando proyectos más
baratos por ahora. Se ha creado un bien transable y la oferta
y la demanda están desbalanceadas. Es decir al no estar
Estados Unidos en el Protocolo hay un gran demandante que desapareció.
La demanda es menor y hay una gran oferta. Por lo tanto los precios
están bajos aún y motorizan proyectos baratos y
eso hace que, tal vez, nos veamos afectados. De todos modos, lo
que tenemos que pensar es en tener a Estados Unidos adentro y
lograr pensar más allá del 2010 y creo que Argentina
puede verse beneficiada. Lamentablemente Argentina no es de los
países más baratos para producir proyectos MDL,
probablemente vayan a otros sitios y con todo el sobrante de gases
que tiene Rusia, hay para satisfacer mucha demanda, con lo cual
la transferencia de tecnología va a ser una deuda para
los próximos años. Por otro lado, Argentina tiene
emisiones percápita por encima de las de Brasil y las de
México, eso hace pensar que nuestro país va a tener
que tener algún tipo de disciplina en ese sentido, y eso
requiere que podamos hacer proyectos de energía limpia,
proyectos de eficiencia energética, que nos van a beneficiar
en nuestros propios inventarios, frente a los deberes que tengamos
que hacer. No hay grandes objeciones a realizar proyectos amigables
con el clima porque un proyecto de energía limpia es un
proyecto que tiene múltiples beneficios, más allá
del dióxido de carbono.
¿Y con
respecto a los sumideros en el tema bosque?
Con ese tema se va a
querer abrir una discusión fuerte para el segundo período
de compromiso, con nuclear y con todos los proyectos de sumidero.
Justamente hoy tenemos una conversación con el gobierno
y estamos muy preocupados con la cantidad de desmonte que se están
haciendo en la Argentina, deforestación, y eso afecta enormemente
los inventarios del país y nuestra pérdida de reservorios
de carbono. Esa es una mala contribución. El problema es
cuando los sumideros los queremos colocar como generadores de
certificados de emisión. Un ejemplo muy sencillo: cuando
plantas un árbol y cuantificas una tonelada de carbono
alojada en ese árbol, es imcomparable pretender que de
esa tonelada de carbono que estaba en la atmósfera, se
emita un papel para permitir a otro país para que emita
una tonelada de carbono fósil que no estaba en la atmósfera.
O sea, lo que va a la atmósfera son dos toneladas de carbono,
una quedó temporariamente alojada en un árbol y
otra la inyectaste nueva, es decir, se hace una comparación
de dos cosas que son radicalmente distintas, una es carbono que
circula naturalmente en la atmósfera y que se lo logra
captar temporariamente y a eso no se lo puede equiparar a una
emisión de un yacimiento carbonífero. Son dos cosas
distintas, ya que cuando ese árbol muera claramente la
atmósfera tiene las dos toneladas. El sumidero como proyecto
de emisión de certificado de reducción de emisiones
es un problema y estoy hablando del más simple, ni hablar
de todos los demás problemas que tienen que ver con la
aritmética de la contabilización de la reducción
de emisiones. Mientras nos manejemos en términos de eficiencia
energética, proyectos energéticos, las contabilidades
son muy ciertas y ahí no hay posibilidad de chantada, porque
el problema sería si en el sistema comienzan a producirse
muchos certificados de proyectos de sumideros que tienen una baja
credibilidad, todo el sistema se desvirtuaría, sería
como una moneda falsa, y sería lo peor que le puede pasar
al Protocolo de Kioto después de haber apostado al mercado,
que el mercado se degrade. Para que esto no suceda tiene que ser
un mercado donde los papeles que se transan sean papeles muy sólidos.
Es lo único que daría garantías de que el
Protocolo pueda durar varias décadas.
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