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Reportaje a Arturo Tomás Acevedo, Presidente de Acindar


"La Argentina que tenemos hoy es mucho más conciente de los temas ambientales"
 

En este siglo XXI, ¿cuáles son las principales cuestiones ambientales para el sector empresario?

Obviamente son infinidad de temas, pero la cuestión de los recursos naturales creo que es fundamental. Estamos viendo como los recursos, no solamente a nivel país sino globalmente, se están empezando a poner críticos, entonces cualquier idea, cualquier plan para mejorar esas utilizaciones van a ser prioridad. El segundo tema son los recursos humanos, es la capacitación de las personas que trabajan en las compañías para tener la capacidad adecuada para eso. Esas son, para mí, las dos prioridades que tenemos en el corto plazo.


¿Cómo considera que va a evolucionar, en los próximos quince o veinte años, toda la temática ambiental con referencia a las empresas?

Creo que a nivel mundial hay una evolución muy importante en las empresas internacionales. La Argentina ha iniciado ese camino pero le queda bastante por andar, por lo que se va a ver afectada en los próximos años. Las empresas deberán llegar a los estándares internacionales. Si bien la normativa nuestra tiene las exigencias internacionales es necesario que las empresas se adapten a ellas en una forma más efectiva.


¿Cree que la temática ambiental podría afectar los costos de producción o, con un mejor tratamiento ambiental, bajarán los costos o por lo menos se mantendrán?

Proteger el ambiente y hacer las cosas profesionalmente no, necesariamente, implica un aumento de costos. En mi experiencia, la incidencia ambiental es neutra, ya que es necesario hacerlo de esta manera, viene bien para la compañía, se ahorra un montón de costos internos y, lo que se ahorra, tiende a reinvertirlo en mejoras de todo tipo. Esto es el concepto de sustentabilidad ya que si no vamos por este camino nuestras empresas están en problemas en el largo plazo.


Con respecto al uso de energía, ustedes que son una empresa de uso intensivo del recurso, ¿cómo ve una evolución de la energía de origen fósil hacia otras energías más limpias?

Nosotros somos grandes usuarios de energía eléctrica y somos grandes usuarios de gas natural. En nuestro proceso, el gas natural no puede ser reemplazado por otro tipo de energía porque no se utiliza como energía calorífica, sino que se utiliza como aporte de carbono al sistema. Si bien es una energía, no se utiliza como tal.
En el caso de la energía eléctrica somos grandes usuarios y la energía eléctrica en la Argentina proviene del combustible fósil. Creo que el país está yendo por el camino de buscar soluciones más perdurables. Vemos más interés en la energía eólica, la energía nuclear y, en cierta manera, en lo que es la energía hídrica. Hoy en día una empresa como la nuestra no tiene sentido que genere su propia energía eléctrica, sino que la compra a la red directamente.



Entonces, ¿en el futuro no se ven como generadores de energía aunque sea para sus propios procesos?, ¿siempre van a estar conectados a la red?

Si uno mira el origen de Acindar, en su conjunto, cuando empezamos a operar hace muchísimos años no había energía de red disponible, entonces teníamos nuestra propia organización de generación. A lo largo del tiempo, en un afán de focalizarnos más en nuestro negocio base, que es la producción de acero, nos hemos ido saliendo de esos sistemas alternativos entendiendo que hay alguien que lo hace mucho más eficientemente que nosotros. Esa es nuestra filosofía. Si en el futuro hay faltante de energía eléctrica o requerimiento de energía eléctrica, como es un componente básico para nuestra planta volveríamos a generar nuestra propia energía, pero actualmente no está en nuestros planes.


En su proceso productivo ¿utilizan 100% de materias primas o usan también materiales de desecho?

No, tenemos 40% de material obsoleto, llamado chatarra. Es material reciclado que utilizamos en nuestro proceso. El 60% es aporte de unidades de hierro nuevas, a través de mineral de hierro, pero el 40% viene de reciclado de productos usados.


¿El uso de chatarra encarece o abarata el costo de producción?

Obviamente lo abarata porque en algún momento alguien introdujo energía en ese hierro reciclado. O sea que ese primer paso ya lo tenemos. El comprar chatarra es más barato para nosotros, sin embargo el problema que tiene la Argentina es que no alcanza el material reciclado para cubrir las necesidades de las diferentess fábricas del país. Utilizamos el 100% de la disponibilidad de material reciclado y completamos con mineral de hierro.



Cuando dice que alguien ya puso la energía en el material reciclado y ustedes lo aprovechan, entonces en el precio de compra de ese material obsoleto ¿no está incluida parte de esa energía que ya se usó?


Tiene un grado de amortización, es decir, el resultado final es más barato.


¿Cómo ve la evolución, en la Argentina, con respecto al uso de chatarra? ¿Vamos a llegar en algún momento a utilizar sólo material reciclado o cree que siempre se va a necesitar un componente de recursos naturales originales?

En el horizonte de mi vida, digámoslo así, creo que vamos a tener que utilizar materiales naturales. La generación de chatarra en un país está directamente ligada con el grado de industrialización y, además, tiene un tiempo de atraso de unos 10 años. Es decir, la Argentina todavía tiene que llegar a niveles industrializados muchos mayores de los que tiene hoy y después esperar 10 años más para que se empiece a generar esta chatarra. Creo que no lo voy a ver, pero la Argentina se está industrializando y es un camino que va a ocurrir, la cuestión es a qué velocidad.



¿Cómo ve al sector público? ¿Está comprendiendo los problemas ambientales con respecto a la generación de negocios? ¿Se han compenetrado para ayudar al sector empresario a generar los cambios necesarios para internalizar los costos ambientales?

Lo veo bajo dos facetas: creo por una parte que hay personas en el sector público que entienden muy correctamente las necesidades, comprenden las realidades de la industria, comprenden la realidad de la siderurgia en particular. Sin embargo, el problema es la continuidad de éstas personas en sus puestos de trabajo gubernamental. La Argentina, lamentablemente, es una sucesión de cambios con una velocidad tan grande que por más que haya conocimientos en el sistema, no llega a plasmarse en la realidad del día a día. Lo veo con preocupación ya que no es un tema resuelto para nuestro país. Todavía los planes de mediano y largo plazo no se generan, o se cambian continuamente. Para una empresa de capital intensivo como la nuestra, con un horizonte de decisión de por lo menos 15 años, nos encontramos en un país que toma decisiones en corto plazo y eso genera conflictos e inconvenientes.



A través de las cámaras y/o las asociaciones empresarias, ¿no cree que puede haber un cambio de esta política en el mediano plazo o lo ve difícil?

No, creo que es posible. Pero también veo que las cámaras existen en el país hace muchísimos años y los grados de avance son relativamente lentos. Creo que los sistemas están en funcionamiento, existen, pero el resultado final de este conglomerado de alternativas no se muestra en el día a día para una empresa. Es decir, nosotros hoy necesitamos previsilidad, necesitamos horizontes de 10, 15, 20 años para adelante, nuestras inversiones son muy grandes y necesitan financiamiento a largo plazo y el negocio se maneja en el corto plazo, entonces es muy complicado subsistir en ese sentido.


¿Cuál es su impresión con respecto al sector empresario y el medioambiente de acá a un plazo razonable? ¿Cree que la temática ambiental se va afirmar o va a ir aletargándose? ¿Es una moda pasajera o es algo que se instaló en el largo plazo?

En ese sentido soy muy optimista. Creo que el empresariado, en general en la Argentina, empezando por las grandes empresas, y en segundo plano las medianas o pymes, han adquirido una conciencia de la importancia del medioambiente, de la importancia de la sustentabilidad, una visión de mediano plazo. Obviamente, distintos sectores tienen diferentes puntos de vista con velocidades de reacción no coincidentes. Pero sin duda la Argentina que tenemos hoy comparada con la Argentina de hace cinco o diez años es una Argentina mucho más conciente en los temas ambientales, lo cual creo es un buen camino para seguir.